domingo, 20 de febrero de 2011

Pérdidas egipcias


 El ambiente de crispación que parece vivir actualmente el mundo islámico es un hecho que no sólo afecta a la esfera política y, desgraciadamente, a buena parte de la sociedad tunecina, marroquí, egipcia, etc. sino a todo un complejo legado patrimonial de incalculable valor que alberga el norte del continente africano.
Pero antes de centrarme más concretamente en el caso de Egipto, no desearía, en ningún caso, dejar de valorar la pérdida de vidas humanas que han conllevado las represalias a las diferentes revueltas, sin embargo quisiera ahora poner en relieve unas consecuencias que parecen formar parte de un denominador común en situaciones de crispación social como las que se desarrollan en el mundo árabe (por ejemplo, se dieron verdaderos expolios de obras de incalculable valor en Bagdad durante la guerra de Irak) : la afectación al arte. La calle, la sociedad despierta y elementos intrínsecos en ella, como es el caso del patrimonio, salen indudablemente malparados.

Tutankamon


Tuve la oportunidad de desarrollar un poco más qué supone y supondrá para Egipto las irrupciones y saqueos en museos con el Egiptólogo y profesor de la UAB, Miquel Carceller. Destacaba que el caso de este país era especialmente relevante ya que mueve entre el 15 y el 20% del patrimonio histórico mundial, por lo que la infraestructura que el régimen debía destinar a salvaguardar sus obras era, evidentemente, difícil de asumir. En este punto se planteaba otro dilema con el que yo no contaba: si la historia ya cuenta con antecedentes de expolios de artes en periodos de conflicto (mencionaba anteriormente el caso iraquí), ¿por qué el gobierno dejó, por ejemplo,  desprotegido de asaltantes el Museo Egipcio de El Cairo? Carceller planteaba, basándose en teorías extendidas dentro de la comunidad de investigadores de la zona, el ánimo del régimen de desprestigiar a los insurrectos promoviendo una imagen de su vandalismo y otorgando al gobierno una mayor legitimidad en las represalias. Esta falta de control, como bien se sabe, se dirigió a una sobreprotección y restricción de la información de los daños que habían recibido diversas obras de arte, entre ellas incluso tesoros de Tutankamon. Pero la cosa no acaba ahí: si el gobierno podía cuantificar la afectación de las obras de arte por parte de los partidarios de las revueltas ¿por qué no lo gritaba a los cuatro vientos? Y aquí llega el dato que probablemente pueda solventar esta duda: corría entre los blogs de arqueólogos e historiadores que trabajaban en la zona la constatación de que se encontraron carnets de la policía secreta durante los trabajos de limpieza de los desperfectos del museo. Pero, ¿hasta qué punto estas informaciones son reales o simplemente un aliciente para hacer más grande la bola?
            En cualquier caso, lo único que puede sacarse en claro es que el material dañado forma parte de un legado ancestral que Egipto ha sabido conservar hasta ahora (y gracias a ello interpretar y reinterpretar en clave histórica una numerosa cantidad de piezas) y sobre el cual ha basado una parte importante de su sustento. Dejando a un lado los intereses que los promuevan, los ataques a obras de arte son también un ataque directo no solo a una cultura de calibre inmemorial sino a la propia sociedad y economía egipcia. ¿Tendrán en cuenta estos antecedentes las incipientes revueltas marroquíes? Por suerte, se inician pacíficas… sólo el tiempo lo dirá. 

Fuente: elpais.com



Un comienzo cualquiera


Dicen que en esta vida todo es empezar. Reconozco que no soy muy asidua a la escritura, por decirlo de alguna manera, más “literata”, por lo que la puesta en marcha de este pequeño espacio supone no sólo una introducción de pleno en el mundo blogger, sino una verdadera prueba de fuego a una asiduidad a la que, en este tipo de propuestas, confieso que no estoy del todo acostumbrada, y, podéis creerme, el resultado de rezos a las diosas griegas de las artes para recibir a modo de inspiración los temas semanales que poder desarrollar.

Con la habitual ilusión de quien se aventura en un terreno poco familiar se abre, a golpe de tecla, el telón del blog de Fedra, un “batiburrillo” de entradas de temática cultural. ¡Disfrutad!.