sábado, 4 de junio de 2011

Pablo Neruda en la memoria

La justicia chilena acaba de aceptar a trámita una querella del Partido Comunista del país que demanda una investigación de las causas de la muerte del escritor Pablo Neruda. Las fuentes judiciales informaron de un cáncer como la razón de su fallecimiento el 23 de diciembre de 1973, hecho aceptado por la propia familia, sin embargo, el chófer y asistente personal de Neruda, Manuel Araya, aseguró recientemente en una entrevista a la revista mejicana "Proceso" que el poeta murió asesinado a raíz de una inyección que se le administró en el hospital en el que intentaba recuperarse de la enfermedad. A este testimonio se suma el del entonces embajador de México, Gonzalo Martínez Corbalá, quien afirma que estuvo junto a Neruda el día antes de su muerte y "podía conversar tranquilamente", además de caminar sin problemas por la habitación de la clínica mientras preparaba su salida al exilio en México.
El letrado responsable del caso, el juez Mario Carroza, que también dirige la investigación para aclarar la muerte del presidente chileno Salvador Allende, consideró que la posibilidad de que el premio Nobel de Literatura 1971 fuera asesinado por agentes de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) tiene base porque "en el exilio hubiera sido algo muy difícil" para el régimen. Contreras también afirmó que solicitarán la exhumación de los restos del poeta, que reposan en la casa de éste en Isla Negra, si la Justicia chilena admitía a trámite la querella.

Hasta resolver el caso, nos quedan los versos del artista, entre ellos el célebre, y personalmente uno de los que más me gustan, "Me gustas cuando callas".

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

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